jueves, 5 de septiembre de 2013

Notas para volver a mí


Aprovecho este descanso tendido en la escritura mientras escucho pupilas lejanas.

Acabas de ejecutar un cambio que determina tus hombros. Ahora tu pelo es corto, ya no hay vuelta atrás. Te sientes renovada, el estilo es tu forma. Consigues reinventarte en decisiones. Suprimiste la ansiedad, aniquilaste la inercia. Escapista espontanea, pasajera con destino a la estación esperanza. Artesana de una nueva sonrisa. One step beyond.

Yo estoy en otro cuadro cantando Merry Blues. Naufrago en el crucero del amor, aferrado con mis manos a las velas del pasado. Is this love that I’m fellin’. Mis recuerdos jugando a la nostalgia. Tu non hai capito niente. Abrumado en la rima de Alton Ellis. Dispuesto a encontrar la orilla he dado el primer paso. I got to know, I’m willing and able. Salir de la profundidad y respirar a flote. Momento de recorrer tus ojos. Despacio. Sé que quieres hablarme. Tú. Rescatista voluntaria, capitana de otro barco, te expresas con señales. Rudy a message to you. Acto de lectura, mapa para entender tu corte.

Despierta, el agua absorbe con rapidez tu reflejo. Moverse es soltar el ancla en derecho propio, reducir volumen, balancear las cargas. Stop that train I'm leavin'. Memoria se llama mi tarro de conserva.  Ninguna encontrara tus marcas, vulgar es atreverse a comparar tus labios. Now you move it to the left and you go for yourself. Acuerdo para nadar sin restricciones, trazar la ruta del próximo crucero. La vie ne s’arrête pas aux frontières. 

Prometimos la distancia para ser felices. Compartimos el proyecto de nosotros mismos, diseñamos el tratado de mejoras. Principio es tener coraje, continuar la cuestión inacabada. Aventarse en la marea sin rencores, celebrar la primavera funk. Disfrutar con calma el postre, post break-up sex.




El Capitán
Night Boat to Cairo

martes, 16 de julio de 2013

Traducción al español de una bitácora

Es grato contemplar desde el faro mi regreso a Guayaquil. Aliviador desembarco sobre los bordes del río Guayas, luego de una temporada de enajenado trabajo en los laboratorios de islas Galápagos. Como director, me complace dar por terminada la primera etapa del proyecto de investigación biogenética antidarwinista. Como parte del equipo, a partir de la próxima semana, radicados en Brasilia, nos concentraremos en la elaboración del informe.

Cumplido nuestro primer objetivo, hemos conseguido patentar la clonación en cinco variedades de semillas marinas a partir de la extracción de su material genético. La praxis es la síntesis de nuestra ejecución teórica. Concebimos la evolución, como el gen que se encarga de superar estados emocionales, positivos, negativos y neutrales. Cadena de cromosomas anímicos, relacionados entre sí, con caracteres individuales y colectivos, que contribuyen a la duración mortal de cada uno de los mapas genéticos.

De las cartografías a nivel vegetativo obtuvimos liberar el genotipo encargado de la evolución. Como hemos procedido primero en plantas con el fin de inmunizarlas, no nos es posible comprobar si al suprimir él gen en animales o seres humanos, podamos producir copias idiotizadas sin contenido emocional. Ensayaremos con flamingos de forma agresiva en la segunda etapa.

El proyecto paga bien, tanto en ingresos como en hipótesis. Quizás por ello, con respetada envidia, darwinistas y teólogos califican nuestra obra de justicia tirana, fantasía desquiciada y hasta osan de nombrarla vil deshonra del mundo. Anticipados prejuicios, técnicamente improbables.

Desconosco la exactitud de la distancia que me sepera de Galápagos. Principio en toda lejanía, archipiélago fértil, donde el aire despierta con suavidad al mar. Oasis de biodiversidad que supera en mucho su fama, recuerdos que me pierden en saudade (nota al margen: palabra sin traducción).

Nos instalamos en el bunker de Santa Cruz, cercano a la estación científica del puerto Ayora. Dormíamos poco, pues las labores nos quitaban la mayor parte del tiempo. Cuatro días a la semana dedicábamos a recoger muestras en otras islas. Para organizar mis jornadas, solía despertarme a correr descalzo por Tortuga Bay. Las noches libres me refugiaba en los libros, en especial ojeaba clásicos de terror, tentaciones aberrantes producidas con ayuda de la ciencia.

Poco a poco, comence a ceder a la rutina de las islas. En la desenfrenada observación constante cai obsesionado por maquinar mi evolución. El humor en los laboratorios logro apaciguar esos actos de egoísmo que quisieron despertar mis pasiones. Mordedura invisble de conciencia, proyecto real de supervivencia. Conspiración para liberar el gen de mis emociones, negárselas a un yo vacio. 

Preveo al finalizar la próxima etapa, alcanzaré a manipular los deseos de mi propia imágen, para que sean sus manos las que dirijan la siguiente bitácora.




Dr. João Roberto Mullingan
Torre del faro
Guayaquil

Ojo del faro

martes, 25 de junio de 2013

Pisando recitales de Skatalites en cuenta regresiva

Aprobando los recursos, las siguientes consideraciones tocan música de fondo.


Es para mí reconfortante degustar los sonidos de Skatalites. Quizás, por la frecuencia con que sus canciones se escuchan en mis jornadas, emociono ante cualquier posibilidad de verlos en vivo. He tenido la sensación de concretar este deseo al compartir tres de sus recitales, sucesos puntuales que escribo para no olvidar.

Nuestro primer encuentro fue en la celebración de los diez años del festival Rock al Parque 2004. Clausurando ese domingo de octubre el escenario lago del parque Simón Bolívar. Verdadera cancha de barro repleta de caras que aguardaban el destino de una noticia anticipada. Después de aguantar una larga fila, logré pisar esa cancha mientras los Auténticos Decadentes sonaban. Faltaban horas para verlos, mi estado fue de ansiedad constante. Me uní al frenético pogo que se formaba en un círculo del centro, terapia ideal de grupo, perfecta para relajarme. Llego la caída de la tarde con los Coffe Makers, quienes literalmente encendieron las luces en la suavidad del rocksteady. Vinieron otras propuestas, la música se hizo noche, Bogotá fría con el cielo despejado en el parque. Presintiendo el despertar de un sueño, la espera rompió en la voz del fallecido contrabajista Lyod Brevvet anunciando la cuenta regresiva en inglés. ¡Boom! Una explosión de autentico ska despegó como un cohete folclorico. Material instrumental reivindicando un ritmo, memoria de identidad cultural individual-colectiva. Bailaba en la rapidez que impedía detenerse a interpretar lo que estaba sucediendo. Contemplando la totalidad de almas que desprendían la energía del disfrute, concluyó revelada la simpleza de un truco: ska is a serious thing. Y en la ejecución circular del paraiso terrenal dantesco, la cuenta regresiva repetía para el cierre...Zero.

Tan solo dos años pasaron para sentir la fortuna de encontrarlos de nuevo.  Esta vez, fue en un café de Paris, muy cerca a la capilla del Sacre Coeur.  Gustando Desperados en la barra ojeaba el magazine de circulación gratuita con la lista de eventos musicales del mes de junio. En una de sus páginas se anunciaba Skatalites, fecha única el doce, Cabaret Sauvage. Desprendí la hoja para cargarla en mi bolsillo, debía retener las coordenadas de aquel acertado nombre. Un recinto pequeño en forma interior de circo, ideal para recitales, perfecto para una propuesta de ska más instrumental que de voces. En la cómodidad de aquella intimidad que ofrece la música en microscópicos locales, la cuenta regresiva la dio el teclista en francés. Placentero sentimiento al  suceder aquel momentum de ska jamaicano musicalmente salvaje. Los representantes del Alpha Boy School tocaron desahogadamente alargando las últimas notas, acertados solos de saxos, trombón y trompeta. Jam en medio de algunos temas y en el principio de Confucious la  voz del saxo alto Lester “Ska” Sterlling tomó el micrófono: Well, let me tell you something… I’m fall in love with you Paris. Aquel gesto desprendió la euforia en júbilo rojo, descarga de sonidos de libertad aumentaron el baile, la guitarra rasgando cuerdas, tempo in crescendo, la batería proponiendo el beat, los pies moviendo sus raíces para desprenderse del suelo. Merci beaucoup entre la llamarada de aplausos. À bientôt Paris.

Cabaret Sauvage. Lundi 12 Juin. 2006. Photo: El Capitán
Cinco años después de pisar por primera vez sus recitales, mi historia de vida repetia un rencuentro en la ciudad de Bogotá. Fue, en el Teatro Metropol, un concierto entre amigos. Terminado el warm up el aviso apareció en el escenario introducido por la nueva integrante cubana en los teclados, quien procedió al conteo: diez, nueve, ocho…cero. Una inmensa bola de fuego condujo el repertorio repasando sus 35 años de carrera. El aire sucumbió al carnaval. Artistas felices tocaron con sentimiento. Interpretando a Don Drummond pasaron por Man in the Street, también sonó un medley. Supremo valor en las secciones de viento, usaron efectos digitales para reducir los tiempos del dub. Turno de Ska fort rock, un auditorio que coreaba al unisono. Pausas para tomar un aire, todos en el teatro querían seguir bailando. Los instrumentos no pararon, la entrega del público tampoco. Subitamente, Doreen Shaffer apareció en escena con la nostalgia de un romántico repertorio  vocal sellado en la reflexión de You wondering now. Articulada concentración de imágenesEl viaje a la utopía de Skafrica regreso al punto de partida desde la estación inicial, Freedoom Sounds.



El Capitán 

lunes, 10 de junio de 2013

Runaway San Telmo


Scott #445
El cuarto domingo de enero Martín entreabrió sus ojos cansado de repasar fotografías mentales de la sonrisa de Alicia. Estiró su mano derecha para buscar inútilmente algo de líquido en su mesa de noche. Se dirigió a la cocina, bebió del grifo un largo vaso de agua. Ni siquiera la descarga de adrenalina en la larga luna anterior produjó eliminar aquellas imágenes de deseo y nostalgia. Aturdido de resaca se dirigió al espejo del baño, pasó su mano por su rostro recapitulando breves flash backs de las horas preliminares. Determinó afeitarse permaneciendo su rubio bigote. Recorrida la fría ducha, preparo café. Mientras ordenaba la cama se acomodo su remera. Encendió el computador, inició el disco de temporada: Benny More – Si me dejas. Avanzó hacia el marco del ventanal, retiró a un lado el trípode para ver con claridad en dirección hacia abajo. Bicicletas miniaturas, damas con bolsas de mercado, kioscos cerrados, fútbol en canchas improvisadas del parque, tráfico fantasmal. Fritó unos huevos, saco la tocineta del horno, sirvió con naranjas de caja. De nuevo aparecieron daguerrotipos de esa sonrisa moviéndose desnuda, agitando su cabeza en no, escupió la pasta de dientes decidido a ejecutar domingo, destrozar el tedio de su residencia. Tomó llaves, gafas de sol, cámara, y un pork-pie hat de ala corta antes de verificar pesos en sus bolsillos. Ajustó la puerta, se retó a las escaleras desde el doceavo piso.

Afuera, la seriedad del sol calentaba las pisadas. Buscó cubrirse en la sombra de un roble contiguo a la parada. Prefirió el penúltimo asiento para disfrutar el recorrido. Sonidos de motor acompañaban el meditar de Martín en la avanzada bebiendo litros de agua. Al paso por la entrada del zoológico regresó a ella en figuras de sensuales labios. Descendió del colectivo en la plaza de mayo espantando a un grupo de palomas que volaban la independencia. Rostros de turistas y locales salían de las estaciones del subte para tomar descenso por la calle de la defensa. Se unió a la marcha. Dos cuadras antes de la parte peatonal adoquinada comenzó a sentir la fiesta. Guitarras y violines en rápidos jazz acompañaban el ritual de Martín por capturar fotos. Telas de artesanos extendían sus productos, verdes sombrillas al aire libre, magos exponiendo trucos, busking, locales repletos de vajillas de plata y bronce, lámparas de arácnidas formas, estatuas vivientes. Se cruzó de frente con la comparsa de platillos y tamboras que estallo en vivas murgas. Ingresó en un viejo almacén para alejarse del bullicio apaciguando su resaca. Adentro, centenares de relojes de formas y tamaños posaban desiguales en el tiempo. Un anciano anticuario de tirantes, blanca barba y gorra de marinero le salió al encuentro.

-Buen día, ¿puedo ayudar en algo?
-Disculpe mi curiosidad ¿Es ústed coleccionista del tiempo?
-No siento que se trate de coleccionar el tiempo. Cada reloj que ústed ve aquí es un amor, cada segundo una mujer. Pero con mi esposa no solo intercambiamos, vendemos y reparamos relojes, lo invito a que también observe los productos que están en las vitrinas.
-¿Le molestaría que tomara algunas fotos?
-En absoluto, con la condición que regrese para regalarnos las mejores.
-¡Es un trato!

Martín se aproximó a un largo estante en caoba y tapiz rojo que reposaba en la pared del fondo. Con la lentitud de museo exploro entradas a recitales, hileras de estampillas, panorámicas de las Malvinas a blanco y negro, billetes de distintas épocas. Arregló unos ángulos que capturó antes de abandonar la tienda. Se acomodó sus lentes oscuros y sombrero. En la calle, casas coloniales de cortos balcones eran camufladas por altos edificios. Por el suelo, una hilera de ofertas repartidas de longitud indescifrable. A cuadra y media de plaza Dorrego se encontró con Ciudad Baigón, un colectivo de músicos porteños que a partir del bandoneón iniciaban el performance de innovadores tangos. Se acordó de las canciones que tanto disfrutaba en la clandestinidad con Alicia. Sucumbió en recuerdos a medida que la orquesta tocaba. Mirada fija, ojos color fuego, la prohibición para acercar los labios, los eufóricos besos. Reaccionó ante el círculo de aplausos decidiendo apartarse de las irónicas notas para seguir caminando. En un largo tapete hizo una pausa para observar libros, repasó la antología de la poesía de Borges que lo entretenían más que sus cuentos, detalló las grandes ilustraciones que encomendó Lewis Carroll a Sir John Tenniel’s en Through the looking glass. En los costados, pintores de diferentes escuelas ofrecían sus cuadros, figuras de cerámica de variados tamaños, baúles, bombillas para el mate, street art. Se detuvo en una venta ambulante de vinilos. El hábito de buscar por buscar lo retribuyó al descubrir en la etiqueta de clásicos el álbum Pampas Reggae. Analizando la caratula pidió probar el lado B en un conservado gramófono. Lleno de energía al terminar el primer tema dio las gracias, optó por fotografiar en vez de negociar.

Alcanzando la esquina de Dorrego creyó ver a Alicia justo en la mitad de las parejas que bailaban la milonga. Prefirió no acercarse, continuar inadvertido para evitar concretar cualquier sospecha. Abandonó la plaza en zigzag entre la gente. Avanzó varios metros, aumentó el ritmo de sus pasos, apretó contra su pecho cámara y sombrero, comenzó a correr. Quiso fugarse sin rumbo de aquel barrio, dejar de nombrar instantes del pasado en cada rincón. Su resaca lo obligó a detenerse en la grama del parque Lezama. Apoyandose sobre una palmera, la fecha del juicio de Alicia se hizó inminente. Martín juez, ponderó los beneficios y las desventajas de haber cortado con ella hacía ya dos meses. Escuchó la soledad testimonial sintiéndose afecto al deleitarse en su propia imagen.  Reconoció la angustia de dejar unos labios que lo habían acompañado por años. Atravesó la sensación de absoluta incertidumbre, por lo demás incomoda, de recomenzar su propia historia para forzarse a mejorarla. Tomar nuevas fotos, aquietar su corazón, no repetir errores, amar nuevas mujeres, romper duelo, keep on moving. Cultivar la buena memoria, luchar en la marea del olvido, como los marineros hacen al batallar contra el fuego de San Telmo para encontrar la calma. Concluyó por aceptar las pruebas del proceso natural del rompimiento. Decidido a cumplir la sentencia que interpretó tarde unos hechos, Martín antiguo segundo amante, se alejó de aquel barrio distanciando la silueta de la sonrisa de Alicia, su profesora de piano.

Runaway no more.



El Capitán

martes, 28 de mayo de 2013

Banda sonora para entrar hacia la ducha

En cada unidad entrar hacia la ducha con radio-musical se hace distinto, venas heterogéneas de desiguales ritos, pies y formas. Mezclas de agua y sonido, pedazos de vida, juego de componentes sutiles.

La regadera es parte fundamental en esta orquesta, trazada industrial de múltiples grafías. Trama de aguados aplausos, masajista silenciosa, armario de temperaturas, esponjilla de repasos mentales. Telón de  tuberías que después de la pared se esconden. Simulador de lluvias, cargador de energías, proceso gradual por sanitaria independencia. Art-deco, idea de Hitch-cock, pintura de vanguardia. Llave administradora de recursos,  club de reanimación, localidad de oscuros crímenes, táctica de supervivencia. Deber pos deportivo, uso obligatorio en las piscinas, precio de múltiples casas. Práctica grecorromana implementada por un medico francés para el aseo de prisioneros en Haute-Normandie

Pariente lejano de arroyos, familiar de los canales. Acción y sustantivo. Cabina distinguible individualmente, cerrojo voyerista, casino de accidentes. Cascada manual de júbilos, acuerdo mutuo de parejas. Filosofía indocumentada, ejercicio de natación corporal, novedad prohibida en los buses. Teatro de composición sexual. Área sospechosa para quedarse dormido, micrófono fabulado, codiciada serpiente acuática, necesidad secundaria en viajes. Cuarto de lágrimas, sugerencia anti-bacterial medica, habitación importante, perímetro de alianzas, figura espinosa para interpretar sueños.

Desentrañar la sensación de mantial descenso para que lo material-corporal con el agua descanse ¡Gran invitación! Anarquista liberación de piel, quitarse los trazos de las horas, acompañar con jabón, pensar en nimiedades por alguna razón relevantes, remover impurezas, componer la ruta, idear un cambio, visualizar comidas futuras, juagar, respetar el cuerpo, hidratar el alma. Tic, la última gota se fue por el desagüe.


Espacio extraordinario en círculos sonoros. El oído en presencia constante, la furia instintiva del agua, manos a la cara frotando un rostro, la puerta, el silencio. Procuro invitar a la música a que me acompañe. Ser el director de la orquesta, darle uso a los parlantes, programar la función, editar la propia imagen, iniciar canciones, decidir el próximo track, sorprender con un tema, cambiar artistas por semanas. Satisfacer la autonomía, componer los días. 

También, la radiodifusión como instrumento ayuda. Adictivo informante, primogenito portátil, dinámica para buscar frecuencias, jazz y película de Mr. Allen. Psiquiatra de conductores, trasmisor de señales y mensajes, variedad en géneros periodísticos, inmortal lenguaje, mesa redonda de subjetivos puntos de vista, kriminal discurso de los Cadillacs. Producto nacional de emisoras, tecnología globalizada de la comunicación, placer insospechado por quitar la máscara de los secretos tranquilos.

Festejo al poder ingresar a la ducha con sinfonías. Actividad  lenta o apresurada. Despertador de músculos y articulaciones, alivio lumbar. Preparador instrumental depurador de gérmenes, bienestar inmediato, sereno estimulante de defensas, pedal del metabolismo, productor de confianza, reflexivo hidromasaje . Singin’ in the rainMeditación lunar, recompensa excepcional después de una jornada, impulsos de sonido original. Ventanal apertura de estrellas  para bañar la noche cuando la orquesta compone melodias del agua. 





El Capitán
Banda Sonora - Sonidooriginal



viernes, 24 de mayo de 2013

Bitácora desde el Pacífico


Notas en tierra firme,

Nuquí: paraíso imperial donde las aguas del mar pacífico la arena tocan, refugio de descanso de ballenas jorobadas, ángulo de mixturas culturales, asilo de tortugas, sociedad organizada de pescadores, portal de gastronomía exquisita, destino migratorio en tiempos de fiebre del caucho. Mirador hacia las aves, amplificador de imprevisibles olas, conjunto selvático de biodiversidad sonora. Región explosiva en colores, fauna interoceánica-terrestre de agudos lamentos que melancolías cantan. Acuarela de espíritualidad, afrocolombianidad y emberas. Golpes de chirimías emocionan las parrandas. Bosque húmedo tropical acapara la frontera de neblina en las últimas casas como queriendo abrazarlas. Vertientes de numerosos ríos fluyen desde las espaldas que bordean aquella frontera para desahogar sus arterias en la desembocadura del mar. Latidos de vientos fuertes hacen enloquecer frondosos árboles e inclinan las palmeras.

De acuerdo con el mapa de ruta hacia el sur se encuentra la playa Conqui, apetecida por surfistas que hablan de leyendas sobre Pela Pela, Pico de Loro y el Derrumbe. Al norte, la belleza se extiende por Bahía Solano y el Parque Nacional de Utría. A mediodía, la busqueda de las canoas que se alejan de los puertos: el océano.

Mapa de ruta nuquípacífico.com

Aterrizaje: veintisiete de diciembre con mis padres y hermana, primitiva pista empolvada. Salida: desde la gran Quibdó. Llegada a la cabecera municipal de calles sin autos, transito de bicicletas y pies. Casas con mecedoras afuera.  Tribus de ecoturistas. Habitación en madera con vista hacia la playa, hamaca extendida en un balcón, cama doble más dos sencillas cubiertas por mosqueteros, sillas al aire libre instaladas a propósito para disfrutar del paisaje.

Memorable ayer: distribuidos en familia a lo ancho del balcón leíamos individualmente, cada quien concentrado en lo suyo. Súbitamente apareció el marcador inolvidable de un nuevo mapa. Me dedicaba a rellenar un crucigrama cuando una caravana de música pasó a nuestros ojos. Colombia celebraba el día de los inocentes, tradición compartida por otros países, cristiana conmemoración de una masacre. Implacable juego de bromas donde toda intención moral se libera para permitir mofarse del otro. Contar una noticia posible pero mentirosa. Esa festividad aquí parece tan distinta como para mi atípica. Las entusiastas trompetas y platillos que orquestaban la fiesta precedían una corte de artistas que en la parte de atrás dramatizaban. Una procesión de funeral simulado se sometía a la acción, mientras tanto, la parodia compartía la botella de un no ficticio licor de color destilado. La broma estaba allí, era una respetada mofa al momento fatalindeseado de encontrar la muerte. Retador universal de la alegría, maquina de irrenunciables pensamientos, antítesis de la felicidad que en este lugar la apodaron vida. Decidimos unirnos familiarmente al festejo, seguir la expresión artística de afrodescendientes voces, paradoja material del exodo involuntario proveniente del África impregnado de otros ritos, notas solemnes de tamborinos y bullerenges. Mis padres de la mano recibían la botella con la invitación al sancocho de remate. La noche se hizo en fogata a la sazón de la comida, las casas sacaron los parlantes, caras compartiendo cena, manos en las tamboras, había comenzado a la parranda.

Juana tengo en mi memoria, Aee ay Juana
Como que me mientan la gloria, Aee ay Juana
La perdiz se enamoró.
De los huevos e’ la torca, Aee ay Juana

Satisfacciones perciben el humor de nueva mañana. Los rayos del sol se ocultan en la panorámica lluvia, pintura geográfica irrepetible.

Persiste mi residencia en esta bahía, ella me ha conquistado, yo no la he conquistado a ella, y que extraño pero que bien se siente estar enajenado por lugares. Símbolos del desvelo causado por la luna que reposó de ayer en la invencible hamaca.


El Marinero



jueves, 16 de mayo de 2013

Crónica de lugares comunes: Park Way o el sendero del parque




DÍA
Fue en Bogotá, donde surgió el anglicanismo lugar del Park Way en parte de la avenida veinticuatro entre calles 36 y 45. Ruta trasversal insignia de la localidad de Teusaquillo en el corazón del creativo Barrio la Soledad. Mediana recta que propone alternativas para emprender otras vías. En sentido amplio un parque, en sentido estricto un sendero. Oasis de intersecciones encubierto por la naturalistica grama. Composición de bancas horizontales para la instrucción de desajustar miradas. Pulmón de urapanes empinados que alineadamente resisten a los años. Tiempo libre de mascotas, espacio de debates, protagonista pasivo de telenovelas, gimnasio al aire libre, zona potencial de consumo de helados. Travesía de infantiles momentos, portada de revistas, longitud precursora de diálogos, recorrido ideal de bicicletas con especial frecuencia los domingos. Punto de encuentros, frontera de otros barrios, recurso instrumental de fotografías urbanas, maratonica calzada, pluralidad de baldosas de adobe colocadas en forma de mosaicos, sitio inspirador de crónicas, telegrama sentimental. Destino de frecuentes visitas porque la reflexión reconforta, el gusto ocupa, el tacto amolda, la vista acostumbra, el olfato prepara.

Puerta del tiempo a construcciones de anteriores épocas, cafés en los cincuenta colocando vinilos trastos, edificios de urbe en los setenta, ventanas del presente que reflejan luminosamente muebles habitados. Colectivo individual expresado en imágenes. Panorama percibido.  Captura de muchos rastros y escasos rostros. Expresión de principios urbanos postguerra. Bulevar de conciencia. Singular camino de plurales viajes. Guía de los rumbos hacia varios domicilios. Modalidad de lo visible. Hábito por descifrar composiciones territoriales, proyecto desarticulado de metrópoli. 


NOCHE
Ha sido Bogotá precursora de este radiante sendero que muta su ambiente después de las seis de la tarde, cuando en la ciudad se aproxima la noche. Ruta moldeada en ladrillo de asistentes farolas, epicentro de informales reuniones, principio y final de relaciones, paisaje utilizado en cuadros, receptor de luces de autos, escenario de exitosa película aun por realizarse, fragmento de descanso de palomas, participante activo de primeros besos, vecino de supermercado que culmina  sus horarios, caminata no obligada de turistas, cortina de fondo de noticiero, paseo nocturno de mascotas, ejercicio de observación geográfica, sombra de múltiples sombras, argumento sobre instantes que en igual área no se repiten. Luna de negocios logrando emprenderse, otros tantos que inevitablemente fracasan. Centro de debate equinoccial sobre el problema de las raíces de los viejos arboles. Patrimonio urbanistico. Coloquio obligado de taxis después de la medianoche. Bancos cerrados que no se inmutan con el frio. Brazada de escasos semáforos las veinticuatro horas. Proyección de un trayecto vigilado con impotencia por estatua de conquista abandonada. Alborada de iniciativas culturales. Cancha de pequeños partidos de fútbol conservados, pasto de variedad en deportes, donde la música se hace practica.

Fortaleza custodiada por familias, seres que residen solos, acuerdo mutuo de parejas, amistades que conviven, personas que alli amanecen, partisanos de estrellas, pregoneros de periodicos, la suerte de los que por destino del licor de sus bancas se levantan, de quienes postulan voluntades de matrimonio, en la lluvia se enteran de embarazos, deciden algún viaje. Corte de luces nocturnas que augura el nuevo día al finalizar sus labores, atesorando la belleza transformada en lenguaje del que deriva el verso para conquistar con palabras. El resto del Park Way es silencio.



El Capitán

miércoles, 8 de mayo de 2013

Las vueltas de las marionetas

Regreso a la emoción de disfrutar obras representadas a través del teatro guiñol cuando las funciones se roban mis aplausos. Aquel recuadro de proporciones humanas oculta a quienes curiosos prefieren desdoblarse en personajes que salen de la parte superior del marco a ejecutar una historia. El secreto es obvio pero los confeccionistas se obligan a evitar ser evidentes. El éxito depende de la calidad del titiritero y de la imaginación del espectador, la suma de ambos elementos produce una sensación parecida a la magia. 

Es en Francia donde descansa el origen del guiñol, pequeña replica de teatro inventada poco después de la revolución de 1789 por un dentista de Lyon para divertir a sus pacientes. La pedagógica idea persiste como mecanismo de entretención, cuyo principal instrumento de recreación cultural descansa en la marionette. Gusto familiar, catalizador de simbologías, apetecido juguete, complemento ideal del ingenio, legado creativo de anteriores épocas, objeto silencioso viviente de distintas voces. Propuesta escénica, herramienta de ventriloquias, método exfoliante de alter egos. Tradición que occidente y oriente comparten. Culto a la antigüedad, espectáculo popular.

Representación en teatro guiñol de la obra Punch & Toby, 1860. Mr. Punch es una emblemática marioneta inglesa derivada del payaso italiano Pucchinela. Cortesía y derechos reservados http://bbc.co.uk
Con independencia del escenario que las manifieste, confiero gran admiración por las marionetas. Artesanas interlocutoras, burlescas fuentes de expresión. Distanciadas de quien las manipula, definen autonomías sin voluntades propias. Paradoja intencionada de artísticos propósitos. Representantes de la crítica, interpretes de fabulas infantiles, operas, zarzuelas, tragedias, comedias o literarios clásicos. Ludicos tributos a la inteligencia. Muñecos accionados especies de un mismo género teatral. Tres puntos cardinales de mi memoria.

La primera flecha memoriosa atravesó laberinticos pinos procurando incertar su distancia sobre una desaparecida fuente de colección familiar. Cada cierto tiempo mi madre y mi padre solían aportar alguna marioneta o títere para coleccionar, así fueron acumulándose alrededor de una treintena. Recuerdo de viaje, reliquia encontrada, la numeración era variada. Articuladas en hilos, guantes, varillas o balsos de madera. Poseían individuales caracteres, únicos rostros, únicos trajes. Conocía las más antiguas, tenía mis preferencias. Convivieron conmigo durante muchos años, trasteos, y ejercicios de desprendimientos frente al pasado, propiciaron la desaparición de amuletos culturales. Empero, esa antológica selección rehúsa ser olvidada. Permanece integra  y bien recordada su ubicación: parte central de mediano estante en roble colmado de reliquias. Piezas de un amor cosechado en familia. Muestrario organizado junto a la muñeca de Yemayá aun con olores a Cuba, encantadora, de vestido de azulado, fabricados ojos profundos, mítica diosa del mar.

La segunda estampilla conmemorativa nació en las marionetas de Jaime Manzur. Hermano de David, el pintor. Administrador y dueño de pequeño teatro. Prodigioso en muchos artes, se consagro como titiritero, fantástico oficio. Excelente diseñador de diminutos vestidos, marionetas, títeres, y escenografías. Utilizaba fundamentalmente muñecos manipulados por hilos, en mi criterio  dificiles de maniobrar. A sus obras solía llevarnos mi padre. Marinero, capitán y amigo de imaginarios, conductor del encuentro. En compañia de mi hermana disfrutábamos la llegada del domingo. Partíamos rumbo al teatrino cargados de emoción, intrigados jugábamos a predecir matinées. Nos regocijábamos con literatura nacional e internacional, difícil  desprender de la memoria brillantes adaptaciones de Rafael Pombo o de los Hermanos Grimm. Auditorio de limitadas capacidades, rojo telón oscuro que protegía la sorpresa, comenzaba el primer acto, ninguna intención de escape, música, introducción, desarrollo, receso. Ultimo llamado, tercer timbre, cerraban las puertas, acto final. Lluvia de hurras y aplausos. Chocolatadas golosinas patrocinadas por los padres para salir del lugar. Próximo domingo: Pinocchio.


Finalmente, apareció la copa mundial de fútbol en Alemania. Para octavos de final yo flotaba sobre la belleza de Praga, caminaba divisando tejados que descendían en calles buscando entender un sueño. A la ciudad arribe tras las huellas del castillo de Kafka, la revolución de terciopelo y el Teatro Negro. Pensé que lo último refería a una locación, cuando caminando por el centro histórico caí de mi equivocación descubriendo una técnica de artificios ópticos, practicada por varias compañías. Recibí un panfleto para ver Visiones de Alicia, universalmente Aspects of Alice. La fábula es la transición de la niñez de Alicia a la adolescencia, el escape del pais de las maravillas. Intrigado accedí a cruzar la entrada del Ta Fantastika Theathre. El interior de la sala, un oscuro anfiteatro a medio público, arquitectura en reducidas dimensiones. Al emprender la función la habilidad en la técnica comenzó a iluminarse. Fluorescentes figuras manipuladas por negras casi invisibles sombras cobraban vida, influencias del grandioso Stanislavsky, escenas de lo fastastico y surrealista. Las manos anunciaban virtuosos recursos, actores de carne y hueso flotaban en la atmosfera, procedimiento mudo, unicamente permitidas melodías. Más allá de la ligereza en el argumento experimente un maravilloso espectáculo. Sistema de fosforescentes colores innovador de destrezas, jamás había visto modelos escenicos de semejantes dimensiones.

Aspects of Alice. Técnica: Teatro Negro
Don Giovanni. Técnica: Marionetas
Desde el Teatro Negro estaba designado a tocar las puertas de actuaciones cercanas, punto fundamental en mi recorrido kafkiano.  De las propagandas que posaban a un costado de la taquilla tome una publicidad para ver la opera de Don Giovanni. La noche siguiente resolví conducirme hacia la discreta via del National Marionette Theathre. Compre mi tiquete con descuento de estudiante, respetable público local e internacional, anciedad anticipada, sold out confirmado en la nulidad de sillas vacías. Caracterización del barroco mito de Don Juan Tenorio en dos actos. Escenario colonial ambientado en Sevilla. Adaptación clásica resumida de una tragicomedia, surgida en los tiempos de Amadeus, libretos del italiano Da Ponte, composiciones musicales de Mozart. Coordinación impecable de recitales cantos, marionetas y operadores. Repertorio de allegros, minuetos y arias. La trama  anunciada en la residencia del Comendador, quien es asesinado, desemboca en el comedor del palacio de Giovanni. Concluyentes protagonistas de cuerda y varilla adiestradamente aterrorizados acuden al final encuentro. La aparición del fantasmal Comendador ratifica la perfección de los titiriteros cargos. Donna Anna silenciosa marioneta enamorada. Don Juan castigado asesino arrastrado hacia la muerte. Este es el final, questo è il fin. Cinco rondas de palmas, inclinación de soberbias gratitudes, exquisitez congelada del momentum, continental delirio, despertar del sueño.

He vuelto a las marionetas no dudo lo debo a las palabras. Conjunto de líneas de reflexión sobre un pensamiento escondido, recetas de medicina alternativa, artífices recolectoras de prácticas pasadas, instantes del archivo que lleva mi nombre. Léxico irrenunciable a la conciencia de mis ojos, mis sueños y mis alas. Navegantes de partículas gigantes, productoras de bitácoras, directoras verbales de la acción. Disculpas para escribir sobre el placer de hacer hablar figuras que brotan de mis manos gracias a bondades producidas entre la luz y la sombra.



El Capitán
Acto de honestidad sin numerar
Decimosegunda Bitácora

martes, 30 de abril de 2013

Sofía encantada en Colonia del Sacramento


Dante se llamaba aquel recién acreditado sociólogo que a un buquebus cruzando el Río de la Plata fue a parar luego de un largo viaje desde Santiago de Cali con su mochila al hombro por tierra. Sus padres le habían conversado sobre aquella blancura conquistada en el borde de la prospera tierra uruguaya. Ansioso desde la popa aguardaba contemplando  la frontera invisible del agua. Equilibrio en el rostro. Bienvenidos a Uruguay. Sellaron su pasaporte. Departamento de Colonia. Terminal-puerto fluvial.

Gotas de sudor caían en su frente y defendían la angostura de su barba advirtiendo el pesado aire del mediodía, súbito verano de noviembre. La máscara de humedad se estampo en su camiseta, miro su reloj para compararlo con el de la estación, estaban sincronizados. Cambio pesos argentinos, compro agua en ligero frasco. Emprendió salir para descubrir como siempre. Al girar a la izquierda por la calle Intendente Suarez hacia la acera del frente una muchacha, de morral y blancos audífonos, iluminada entre las sombras pasaba su reflejo por el espejo de simpática heladería italiana. Dante se acerco, se detuvo frente a aquellos ojos azules, cabellera color león terminada donde empieza la columna, pregunto la dirección inscrita en la palma de su mano. Ella se retiro los audífonos, contesto conocer el camino, marchaban hacia el mismo hostal, recibió del agua con una sonrisa. Continuaron andando instruyendo conocerse.

Sofía se presento. Fotógrafa de Valparaíso, trabajaba por entregas para una revista de modas, residente de un costado de Plaza Mena a dos calles de la Sebastiana. Aventurera empedernida su risa la delataba. Amante de la música argentina y los funiculares. Visitante frecuente de zoológicos. Venía de paso para practicar sobre diafragmas y focos. Dante se presento. Antiguo universitario del valle, prominente interprete de harmónica. Admirador de restaurantes en barcos, asistía como editor de cuentos infantiles. Reveló haber soñado una noche atravesar larga parte de la ruta panamericana para conocer países. No preguntaron edades, jugaron a dialogar sin dejar de mirarse. Se gustaron. Viraron a la izquierda en la avenida General Flores, marciales intersecciones. Llegaron al hostal, registraron por aparte sus destinos.

Regresaba Sofía de capturar arquitecturas cuando se tropezó con Dante en la puerta del albergue fumando bocanadas de tabaco que llevaba a la frente, en sandalias y bermudas. Tranquilo contemplaba la independencia de la esfera naranja radiante sumergida a media altura sobre la bandeja de agua. Ella, confesó cautivarse por la  dulzura del paisaje. Cambio de lente, tomo unas fotos.  Atónito, él examinaba el azul vestido de enfrente, subterráneo como esos ojos. Saco del bolsillo diminuta cámara análoga de fabricación charrúa introducida artesanalmente en una corta botella de vidrio que alrededor del corcho tenia escrita en letra cursiva la palabra encanto. Abrió su mano derecha intencionalmente para entregarla. Agradecida prometió cargarla consigo a manera de amuleto. Resolvieron ir por algo de cena. Patio colonial de veraneras columnas, chivitas con vasos de Pilsen, sillas al libre de afuera. Una pareja de ancianos danzaba cielito de patria. Emprendieron recorrido, melodías que salían de ventanas precedieron la introducción del vino. Senderos rústicos en piedra. Descendieron por la calle de los suspiros, la que en colonias se repite.  Bordearon las murallas, alcanzaron el faro, inevitable guía. Mientras disparaban con la cámara improvisados retratos compartían la botella. La ciudad blanca embellecía con el encanto de las farolas encendidas, la brisa murmuraba la frescura del cuarto menguante. 

En el viejo muelle del puerto, a la orilla sin botes decidieron sentarse. Bebiendo anécdotas repetían coros de improvisadas canciones. La noche ejecutora  maquinal del deseo aprobó permisos para tocar ajenos labios. Polifónicos susurros fomentaban la encantadora unidad del lenguaje. Rehenes embriagados de libertad se entregaron tres veces a un mismo acto. Abrazados a la comunicación universal del silencio pupilas cargadas de fuego detectaron motores de sigilosas embarcaciones lejanas. Pasmados de emoción alistaron el retorno ajustando sus ropas.

Bienvenidos al hostal se tropezaron con cansados humores propiciados por la soledad de la madrugada. Dante realizó borrosos esfuerzos para comparar el reloj contiguo a la recepción con el suyo, estaban sincronizados. Se abrazaron deseándose buena suerte, un lento e incronometrable beso corrió por sus bocas. Ella, tomaría una ducha antes de partir rumbo a Montevideo, conocería el sur del Brasil por escalas. Él, permanecería unos días buscando la ruta hacia el parque nacional de Anchorena, prometiendo visitar Isla Negra a su regreso por las costas del litoral central.

Nítidas fotografías borradas retornaron  los recuerdos en la playa de la Barra donde Sofía embotellada fue a parar, contigua a una discoteca a pocos kilómetros de Punta del Este. 

Memoria en digital de análogo encanto.



El Capitán
Relatos de viaje del viento




lunes, 22 de abril de 2013

Elegir tres canciones de Bob Marley



Consiento presentar individuales vínculos sobre el artífice de una prodigiosa discografía, tan extensa como variada. Diversos sonidos permean sus álbumes, acordes sensoriales conjugados con poderosas letras epicentro de un bellísimo tsunami. No he venido a presentar una biografía. Pensamientos de memoria escondidos. Mr. Bobby Marley ha trascendido como personaje mítico, fotográfico, prodigioso, documental, sentimental e histórico, que hablo en nombre de sus creencias. Fabricante de actos de honestidad sin temor a las consecuencias. No murió asesinado a pesar del intento, ni fruto de suicidio, sino por una respetable terquedad de jamás renunciar a convicciones particulares. Falleció impidiendo cualquier tipo de tratamiento médico occidental en su cáncer, destinado a consagrarse en leyenda. Desafío las nociones de universalidad y fronteras, buscando constantemente posibles reformas. Me cautiva la potencia espiritual que despierta su  voz, karaoke irrechazable, invitación a ser partícipe de su obra.

Aquella naturalidad humana que procura reivindicar retentivas ha despertado mi aspiración por escoger tres canciones de Robert Nesta Marley (1945 – 1981). Voluntad radical, acto de honestidad estrecho, limitado, ejecutable y posible. Entendí que me tomaría años cuando un buen día de la segunda semana en pensarlo depure el objetivo. Condicione la elección a alguna significación especial que cada tonada me hubiese marcado. El resultado ha concluido en la siguiente selección desenterrada de mi memoria individual-colectiva.

Simmer Down

Primer sencillo en ritmo ska. Boom que cronológicamente dio a conocer a los Waling Wailers, cuyo vocalista Bob Marley más tarde integraría The Wailers. Repaso de la alianza musical con el largo Peter Tosh y Bunny Wailer. Juntos estilizaban un trio de imágen artistica elegante, para darse a conocer. Trajes de paño dos tonos, muy al estilo  soul. Producido por Sir. Clemend Dodd Coxsone, este suceso ocupo por largos meses los rankings en las estaciones de radio. Participaron en la explosión como músicos invitados estudiantes de la escuela Alpha Boys School, los aclamados The Skatalites. El tema data de 1962, para otros 1963, en realidad estalló en 1964. Fechas sin relevancia. Soberbia orden de detención a las pandillas de Rude Boys quienes hastiados por miserables condiciones humanas convertían los ghettos de Trenchtown en epicentros de pelea y caos. Se posiciono como éxito para diluir el ambiente que se expandía  por la isla, tóxicos aires derivados de un clima Ruff & Tuff.  Una letra de reclamos llenos de alegrías, llamados a la calma, advertencias, ironías. Pluralidad de significados al español: cocinar a fuego lento, ir hasta abajo, calmarse. Cool down or Simmer Down convirtió la lista de metáforas, en realidad. La furia de las canciones  se coloco en primer plano, disminuyeron los arruinadores dancehallcrashers, renovados Sound System comenzaron a salir de nuevo a las calles a poner la fiesta. Ánimos entablaron enfriarse,  y poco a poco los ritmos de aquella victoria fueron mutando para convertirse en reggae. De ello se conservan narraciones orales, historias musicales, imágenes, también algunos videos.




Simmer down llego a mis oídos, una larga tarde de skankin, donde entre amistades, parlantes, tirantes y sombreros, conversábamos en un céntrico bar de la ciudad al entusiasmo de heladas cervezas.  Fue un grato descubrimiento sentir la voz de Mr. Bobby en beat de ska. El instante adecuado para pararse a danzar, dejar las botellas sobre las mesas de roble. Damas y Caballeros  entretenidos circulando un tiempo pasado, adrenalina delatada por sudor en las frentes, descarado solo de saxo justo en mitad de la pista, estrofas que se repiten pareciese indefinidamente. Minuto 2.49, coro enardecido de pies regresando hacia el reposo. Pick it up again, from the top!


Jamming

La imposibilidad de traducción al español se presenta como primer elemento de este Jamming. Del álbum grabado durante su Exodus (1977). En la eclipsante Londres. La dualidad de la música y el músico. Bobby inmigrante. Rita Marley acompañándolo en las voces. Jam, es un hermoso verbo de la lengua inglesa, representante de definiciones plurales. Sutil Mermelada de axiomas dependientes del contexto. No puedo dejar de pensar en sesiones de jam con amigos, soltarse a la improvisación, instantes de difícil explicación. Creo eso lo refleja Jamming. Jamaica. Técnicamente, presente participio de Jam, pero desatendiendo la gramática de la palabra, prefiero la propuesta ideológica que trae la letra. Bob hace una invitación a bailar hasta que nadie quede en pie. Sonidos sin reglas, sin compromisos mentales. Donde no se ruega, ni se somete, se respeta. Combate de igual a igual, estrictamente sonoro. Ain’t no rules, ain’t no vow, we can do it anyhow.

Es mi canción favorita de Bob Marley. Sin duda. La que danza. Mujeres de acompasadas cadencias bailando caribeños ritmos. Una conexión que permite disfrutar mientras se entregan los dos cuerpos a las notas, el entendimiento primordial durante el transcurso del casual encuentro. Pieles que se armonizan, pareja de sinfonías. Ojos que se miran mientras zapatos predican movimientos.  Tick, Tick, Tick, Tick, repetidos intensionalmente. Quien quiera es libre de cantar, las bocas son libres de besarse, jamming  golpea el aire, imposibilidad de detenerse hasta encontrar el final.


Satisfy my Soul

Perfecto titulo para una canción. 1978, decimo álbum de estudio. Kaya. A mi gusto el más irregular de su discografía. Satisfaces mi alma, repetida palabra de un capitán de otro barco. Don’t rock my boat. Es a una única mujer, siente temor al saber que ha pensado abandonarlo, aunque ella no se ha decido aun, le habla cariñosamente, quiere cantarle, seducirla, amarla con música, porque le gusta lo que ellos dos tienen.

Reivindico regalar canciones, he perdido la cuenta de las veces en que lo he hecho.  Algunas de esas tantas poseen especial significado, en realidad expresaron algo, al hacerlo he entregado una letra, un poema de relaciones artísticas, recursos de un mismo arte, la utilidad de la harmonía en el amor, multifuncional idea.  Satisfy my soul está en la lista. No recuerdo bien su nombre, parecido a Lila. Receptora de un sueño. Oyente de una historia. No pidió explicación o razones, gusto y degusto de tal acto. Caminando sola se dedico a entenderlo, jamás confeso si llego a conclusiones. Tarde, en un café en la calle Bellavista de Santiago, separados por la cuenta sonreímos al recordarlo. Formas de dedicar una canción, pedazos de memoria.



El Capitán


Anexo. La libertad invita a considerar la posibilidad de una escogencia adicional. Hecho. El video refleja una linda idea de ese Jamaica de otras tierras, el orgulloso de sus raíces, antecedente conceptual de Welcome to Jamrock. No es una versión original pero sí composición autoría de Bob Marley, es un tema remasterizado, de esas reliquias que se encuentran post mortem. En sus secretos cautivan las claves para llegar al lugar donde ella y yo nos podemos cuidar.